lunes, 28 de septiembre de 2009

BATMAN BEGINS

Son las once de la noche y empiezo a escribir esta mierda mientras que escucho y miro de vez en cuando el Batman con Christian Bale como el héroe oscuro y Christopher Nolan como director. Pienso que quitando las de Tim Burton, es la mejor de la saga.
No soy muy super-héroes, pero si tuviera que elegir a uno, Batman sería el elgido. Su oscuro personaje atormentado me fascina.

La semana no vale la pena comentarla: he estado a base de antibióticos, jarabe, aspirinas, libros y mi novela. Las noches han sido terribles por culpa de la tos seca que se caracteriza en mis catarros.
Aunque no he dejado de bajar a desayunar con mi madre, que cada día se queja más de su artrosis. La verdad es que la mujer está fatal cuando se levanta por las mañanas: le duele todo. Tienen que pasar dos horas para que empiece a moverse con normalidad. Sufro mucho por ella y rezo cada noche para que no quede en una silla de ruedas.
Pero el disgusto grande de la semana es que los hijos de puta de Hacienda me han bloqueado mi cuenta corriente y se han quedado con los únicos doscientos cincuenta euros que había, ganados en el mes de agosto en el periódico.
He ido a Hacienda para preguntar el motivo del bloqueo, y es debido a multas y a que nunca he pagado el impuesto de circulación del coche que tengo ahora, el que regalé a mi hijo.

Desde los dieciocho años tengo coche. He tenido cinco de ellos, y nunca me ido bien pagar el impuesto de circulación, como otras cosas que no puedo decir porque me podrían acarrear problemas. Nunca se sabe quién puede leer este blog de mierda.

Una cosa a destacar de la semana es la noche del sábado, que una vieja y buena actriz de reparto, a la que llamaremos Gulietta, por su parecido a la gran actriz y esposa de Fellini, Gulietta Masina, organizó en su casa una cena de despedida del verano, a la que asistieron una treintena de personas. Yo asistí y me encontré con mi mujer, que también estaba invitada. Estaba muy guapa y más delgada.
Gulietta es una mujer menuda, que ha sido guapa, y que ahora se le va la olla. Es buena gente, pero demasiado mentirosa, fantasma. Le hables de lo que le hables, ella lo sabe. Se cree una intelectual de primer orden y no es más que una señora con retentiva que lee libros de literatura que no los llega a comprender del todo. Y eso es culpa de su compañero, que no hace ni un mes murió de cáncer de pulmón. Un tipo insoportable que yo tuve la experiencia de conocer.

No puedo decir su nombre porque era hermano de un periodista importante a nivel nacional. Y él mismo tenía un cierto nombre como periodista. Por eso le llamaremos Zori (actor español con un cierto parecido a él).
Sus cuatro últimos años de vida estuvo apartado del mundo periodístico, pero tenía un blog bastante visitado donde escribía su opinión sobre las noticias que leía en otros periódicos y veía en televisión. La verdad es que estaba bien, y su punto de vista siempre era ácido y corrosivo, con mala leche. Se ganaba la vida dando clases a parados.
Hace veinte años, más o menos, fue cuando conocí a Gulietta y al hombre que vivía con ella, Zori, para más señas, vasco. En aquel tiempo ya era alcohólico y trabajaba para un periódico de la isla. Cuando lo cogías sobrio, aún podías conversar con él, pero cuando tomaba unas copas, se transformaba en una persona violenta y asquerosa. Nos peleamos muchas veces, y no le aticé porque no tenía ni media ostia.
Gracias a estas peleas Gulietta y yo dejamos de vernos durante unos años, hasta que un día me la encontré en un estreno y me contó lo que había acontecido el tiempo que habíamos estado sin vernos.

Zori había acabado pegándole durante sus borracheras hasta que ella llamó a la policía que lo echó de su casa de mala manera. Entonces cayó en picado y estuvo unos años viviendo en la calle bebiendo vino en tetrabrik. Y un día perdió el sentido en la plaza España y llamaron a una ambulancia. No llevaba ningún documento encima, sólo una tarjeta vieja de Gulietta con su número de teléfono. Al descubrir su mal estado de salud, el personal del hospital optó por llamar a la tal Gulietta, que acudió presta al hospital. El médico le dijo que Zori se estaba muriendo debido a una cirrosis terminal y que le daba una semana de vida.
Gulietta llamó enseguida a la familia de Zori, que vivían (viven) en San Sebastián, para comunicarles la nueva. Hasta ese momento, la mujer había presumido hasta la saciedad de la familia de su compañero, pero a partir de esa llamada, empezó a ponerlos a parir. ¿La razón?
A los tres días se presentó su ex mujer con su hijo de dieciocho años para ver a Zori. Se comportaron como si visitaran a un pariente lejano. Le preguntaron cómo estaba, hablaron con el médico, y se marcharon a las cuarenta y ocho horas diciéndole a Gulietta que les tuviera al tanto de los acontecimientos.

Incomprensiblemente (aún los médicos se lo están preguntando) Zori se recuperó y vivió cuatro años más llevando una vida normal, sin alcohol y fumando tres cajetillas diarias de Winston. Gulietta le dejó que se instalase en una amplia habitación del enorme piso (zona antigua de la ciudad, techos altos, espacios amplios, cinco habitaciones, tres baños, balcones que dan a dos calles, etc.) que tiene alquilado ahora, y le dejó tener de vez en cuando relaciones sexuales con ella.
Mi reencuentro con Gulietta fue en el último año de la vida de Zori. Volvi a ser amigo, entre comillas, de él. Su carácter insoportable de vasco prepotente había menguado bastante. La vida le había jodido y puesto en su lugar. Había dejado de ser prepotente y era más condescendiente con la gente. Se podía mantener una conversación con él sin problema. Y un día, sintió un dolor fuerte en la espalda y fue a urgencias. Al día siguiente ya le dijeron a Gulietta que su compañero tenía cáncer de pulmón, y que por los síntomas ya había hecho metástasis. Murió a los cuatro meses sedado debido a los fuertes dolores.

La muerte de Zori no ha hecho mella en Gulietta, es más, ahora la veo contenta y risueña, como si se hubiera quitado un peso d encima. La verdad es que durante todo el tiempo que Zori estuvo enfermo, nunca la vi llorar. Pero lo que más le jodió a Gulietta, es que su familia ni siquiera pagó la incineración. Su ex mujer y uno de sus hermanos, vinieron tres días antes de que muriera y se fueron a las veinticuatro horas. Su hijo no vino porque estaba de vacaciones en Cuba. Días después de incinerarlo Gulietta se enteró que le habían hecho a Zori un funeral por todo lo alto en San Sebastián.

La herencia que Gulietta recibió de Zori, fue su prepotencia de vasco, el poder presumir del apellido de su distinguida familia, sus muchos libros, y muchos blocs con sus poemas inacabados. Él sí que era un intelectual culto y amante del arte. Pero ella era una querer y no poder con sueños de grandeza que aún hoy, no se ha podido desprender de ellos.
Gulietta vive de hacer teatro de vez en cuando y del alquiler de dos pisos que tiene en Barcelona. Con todo y eso, la aprecio y la quiero como amiga.

Ha empezado La señal 2 y me voy a dormir. La cena del sábado se merece otro escrito por los/las gilipollas que asistieron.
Buena semana, y si sabéis de algún trabajo para mí de friega platos o algo parecido, me lo decís.

6 comentarios:

Raxa Amengual dijo...

Sencillamente genial. Si fuera un editor no te me escaparías.

Anónimo dijo...

Me gustan las historias qué cuentas y cómo lo haces...y no lo digo para que te sientas mejor, porque imagino que ni te va ni te viene.
Batman, mejor lo dejamos.

Unknown dijo...

Las palabras vertidas a veces crean adicción así que seguiré enganchado por aquí.
Un abrazo

c. dijo...

Dado tu post anterior, no sé si debería considerar tu comentario en mi blog como un halago o no. Supongo que sí, en todo caso no importa demasiado, gracias por pasar. Me gustó lo que leí del tuyo.
Saludos

ElChapa dijo...

No tengo ni idea cual fue la idea de tu comentario en mi blog, ni como llegaste ahí, pero realmente espero que sigas visitanto y, como me gusto mucho lo que escribes y sobretodo cómo escribes, pasaré por aquí seguido.

Podrías detallar un poquito más de crítica cinematográfica, ya que estamos con los títulos de pelis y siempre se entienden las conexiones pero no se habla mucho de la película en cuestión. No sé si es tu plan de blog, pero sería lindo también leerte desde ese lado.

Saludos sospechosos!

Paris Quelart Budó dijo...

Hola, ElChapa.
Mi labor en este blog de mierda no es hacer crítica de cine. No porque no esté capacitado, sino porque no es mi trabajo ni mi intención criticar películas. Sí puedo decir si me gusta o no porque llevo media vida viendo películas y porque estamos en democracia.
Lo de las películas se me ocurrió y nada más.