lunes, 7 de diciembre de 2009

El informe pelícano

Son las cuatro de la madrugada del domingo cuando escribo esta mierda:
Hoy me ha invitado mi mujer a comer en su casa y después de hacerlo, he conseguido llevarla a la cama. Hacía un mes que no follábamos (hacíamos el amor). Ha ido regular porque mi pene aún no funciona del todo bien, pero hemos hecho lo que hemos podido. Supongo que cuando supere la depresión en la que estoy metido, mi polla volverá a ser la de antes.
A las cuatro nos hemos puesto delante de la tele y nos hemos entretenido viendo El informe Pelícano, protagonizada por Julia Roberts y Denzel Washington, dirigidos por el estupendo artesano Pakula. Interesante film que aún no había podido ver.
Después hemos ido a cenar a casa de PG, que está casado con una pija gilipollas que dice que es apolítica cuando todos sabemos que es más de derechas que Rajoy. Es funcionaria y gana una pasta gansa sin hacer casi nada, como la mayoría de los funcionarios. Sus temas preferidos de conversación son las marcas, los coches, el veraneo, y las amistades importantes, en la que entra doña Leticia.
Es casi casi tan superficial como AD, una azafata que se ha retirado con 57 tacos y es lo más superficial que he conocido en mi vida.
Cuando vas a cenar en casa de AD, que tiene un bonito ático en el centro de la ciudad, con unas vistas maravillosas, tienes que aguantar su rollo patatero que consiste en contarte todo lo que compró en su último viaje.
AD es fea de cojones, y hace diez años se casó con un francés de piel oscura y de padres moros. Lo encontró sirviendo en un bar de copas. Ahora el francés vive de puta madre y le pone los cuernos con todas las que puede, que son muchas porque por lo visto, además de guapo, está bien dotado. Esto último lo sé porque AD se lo contó a mi mujer.
AD es una de las personas más superficiales que he conocido en mi vida. Yo nunca la he podido soportar, y ella, supongo que lo sabe. Pero por mi mujer, nos dejábamos invitar a cenar de vez en cuando.
Conocimos a AD en el aeropuerto de Palma. Era una mujer que llamaba la atención de lo fea que era; aún lo es, aunque ahora su fealdad se ha asentado, relajado. La primera vez que salimos juntos nos hizo saber que era de muy buena familia. La segunda vez fue en una comida que organizó un pintor amigo nuestro que estaba arreglando una casa vieja. Por aquella época AD estaba sola y mi mujer, que es una buena samaritana, la invitó a que nos acompañara.
Hasta ahí bien, pero al día siguiente nos llamó nuestro amigo pintor y nos dijo que AD se había follado a uno de los albañiles. No podíamos creerlo, tan fina y elegante (porque eso sí que lo era) metida en la cama con uno de aquellos hombretones que arreglaban la casa. Fue una sorpresa para nosotros. Pero lo más gracioso fue que nuestro amigo pintor nos llamaba cada día para pasarnos el parte. Por lo visto AD tenía ganas de follar todo el día. Entonces comprendimos porque la azafata se iba cuatro y cinco veces al año a Brasil.
Más tarde, cuando se hizo a miga de mi mujer, le dijo que en un día se tiraba uno o dos mulatos en Brasil. Les invitaba a comer y les compraba algo de ropa y al hotel. Una noche, que bebió más de la cuenta, le dijo a mi mujer que era ninfomanía, y que no podía estar un día sin follar.
Actualmente, con el francés no sé como lo debe de hacer, pero la verdad es que cuando los vemos, que es de uvas a peras, los vemos muy felices. Una curiosidad de AD es que en Navidad adorna su casa como lo hacen en Norteamérica. Y lo hace copiando en revistas americanas. La verdad es que es una pasada su casa en estas fiestas.

La esposa de PG no es tan fea como AD, pero tampoco es guapa. La diferencia con la azafata, es que ésta siempre está contenta y es muy agradable. Te llega a caer hasta simpática, en cambio la esposa de PG, llega a ser borde. PG está hasta los cojones de ella, que es la que tiene el dinero. Él está en el Paro y cobra nuevecientos euros al mes. Que se van directamente al banco para pagar la hipoteca del piso.
Porque aunque los padres de ella son millonarios, no la ayudan prácticamente en nada, ya que el padre piensa que PG se ha casado con ella por las pelas. Ella cobra un buen sueldo y su madre paga el colegio inglés y la ropa (toda de marca) de los niños, a escondidas de su marido.
La vida de PG es más triste que la del francés, aunque los dos están con sus respectivas mujeres por interés. Porque el francés hace lo que le sale de los cojones, pero PG está controladísimo.
Para terminar este dramático texto, el otro día PG me contó que su mujer le había dicho de todo por haber comprado una tableta de turrón (yema tostada) de dos euros de la marca Hacendado. La tuvieron gorda, y al final tuvo que ir a devolver la tableta de turrón a Mercadona.
Su encantadora mujer alegó al respecto, que su madre les iba a regalar, como todos los años, una cesta de navidad con turrones de marca.

Otra mujer muy superficial que conocí hace muchos años era la esposa de un gran amigo (ahora sólo nos decimos hola y adiós) de juventud. Era una asturiana guapa, baja y gorda, que estaba suscrita a todas las revistas del corazón y que sólo vestía con marcas. Solíamos ir de vez en cuando a su casa a comer o a cenar, y un día BE se retrasó porque había ido a correr en bicicleta. La bronca por llegar quince minutos tarde fue de órdago. Mi mujer y yo nos quedamos helados y sentimos vergüenza ajena.
Pero realmente la bronca no era por llegar tarde, era porque la gorda no quería que practicase el ciclismo porque lo encontraba un deporte para pueblerinos muertos de hambre. Mi amigo dejo de ir en bicicleta y ella lo apuntó a un club de squash.
Al día siguiente de la famosa comida, le dije a BE que era un calzonazos. Desde entonces dejé de ser amigo suyo, y cuando nos vemos por la calle, muy de vez en cuando, siempre intenta recuperar mi amistad, pero yo no le dejo.
Nunca he soportado a la gente superficial y, menos a los calzonazos.

3 comentarios:

John Fante dijo...

ERES UN CRAK, TIO!!!!!!!!!!!!

M. dijo...

Uuuufff, qué asquito me da a mí también ese tipo de gente. Lo peor es que hay miembros de mi familia que son de esa manera. Menos mal que sólo los veo una vez al año. Mierda....eso me recuerdo que ya está tocando que llegue ese momento.

*******Lacónica******* dijo...

esto me hizo reír

mucho!


saludos desde lejos