sábado, 19 de diciembre de 2009

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Anoche tuve el fallo de ir a la inauguración de un bar de copas con mi hijo. Fue una encerrona porque de repente apareció la tía con la que vive. Vino muy puesta, como siempre, y muy digna pidió una copa de vino tinto. Hablamos de tonterías: ella intentando hacerme gracia, y yo contestando a sus preguntas escuetamente. Cuando pidió la segunda copa de vino me largué con viento fresco.

Sobre las once de hoy me ha llamado mi amigo CC, que no veo desde hace quince años, cuando se fue a vivir a Ibiza. Nos hemos visto en el bar de enfrente de mi casa. Ha sido muy agradable el encuentro.
Por lo visto se encontró con mi hijo, su novia y LE, un gran amigo de mi hijo, en la inauguración. Tomaron muchos vinos, y para celebrar haber encontrado a mi hijo, les invitó a dos botellas de Möet Chandon en otro bar. Y allí se armó el belén.
La novia de mi hijo, que como ya he dicho tiene problemas con el alcohol y con unas cuantas cosas más, empezó a meterse con la camarera faltándole al respeto. Incluso le tiró una copa al suelo para que la limpiara. LE, que es un buen tipo, se mosqueó y se peleó con ella hasta el punto que el dueño le pidió a CC que se los llevara.
CC, avergonzado, convenció a la novia de mi hijo para irse a otro lugar. Pero cuando estuvieron en la calle, la tía arremetió contra LE arañándole la cara. Él se defendió y la tiró al suelo. Ella se levantó y le pegó con el bolso, y él la volvió a tirar al suelo. Al final CC tuvo que separarlos mientras que mi hijo, bastante bebido, no dejaba de reír. LE y CC se metieron en el coche del primero y se fueron dejándolos en plena calle. Ella, gritando como una loca y tirando los zapatos al coche, les siguió unos metros.
Lamentable CC lo contará a todo bicho viviente. El saber esto, que no es nuevo para mí, me ha amargado el día más de lo amargado que lo tengo. No sé qué coño ve mi hijo en esa tía, pero está acabando con él.

CC debe de tener los cincuenta años y se conserva de miedo. Sigue siendo elegante, guapo, atlético, y conserva todo su pelo. Es el clásico vividor que no ha pegado un sello en su vida gracias a que recibe desde que nació una especie de asignación de la Casa Real porque es familiar lejano del rey o de la reina, no recuerdo de cual. La asignación, que la tendrá hasta que se muera, no es mucha, pero le permite vivir del cuento sin dar golpe e ir de artista. Y para colmo le compran los cuadros que pinta, que hay que verlos para creerlo de lo malos que son, pero como tiene tan buenas amistades, le compran por compromiso.
A CC lo conocimos mi mujer y yo en una fiesta de esas que organizan los de la alta sociedad. Conectamos enseguida y pasamos a ser parte de su vida. O sea, que nos llamaba todos los días para invitarnos a comer o cenar o a una fiesta. Fue aproximadamente un año muy movido porque íbamos de gorra por los mejores sitios de la isla.
Conocimos a gente muy importante, que aún hoy conservamos su amistad. En aquel tiempo él estaba liado con una pija de Madrid que le ponía los cuernos con todo el que podía. Inclusive lo intentó conmigo, pero yo siempre he respetado las novias de mis amigos, y CC era amigo.
Pero también hay que decir que a CC le iba todo. Metido en faena le daba igual tirarse a un tío que a una tía. Luego, al día siguiente, iba de heterosexual convencido. Era muy gracioso y muy simpático. Aún lo es. Pero su superficialidad era tan grande, que llegaba un momento que te cansabas de oír siempre la misma historia. Y por suerte, un día se peleó en serio con su novia pija.
A las dos de la mañana sonó el teléfono de casa y era él. Histérico me pidió que fuera a su casa, que había pasado algo muy grave. Tardé quince minutos en llegar. Cuando me abrió la puerta me asusté, estaba demacrado y tenía los labios blancos y secos. Se ha tomado un tubo de no sé qué, me dijo muy nervioso señalando la puerta de la habitación de la pija madrileña. Corrí a la habitación y me encontré con la pija desnuda y vomitando sobre el parquet. La vestí como pude y me la llevé a urgencias.
Después de una larga hora salió un médico a preguntarme si yo era familiar suyo. Le dije que no, que era un amigo. El médico me dijo que le habían hecho un lavado de estómago pero que habían tenido algún problema, que esperara y me dirían cosas.
Estuve sentado en la sala de espera hasta las nueve de la mañana. CC ni apareció y yo no me fui por lástima. Pasadas las nueve vi a la pija madrileña salir por la puerta de urgencias y llegar hasta mí. Me abrazó y rompió a llorar. Una enfermera me dijo que el médico quería hablar conmigo. La pija me dijo que la llevara al hotel Bellver del Paseo Marítimo. Cuando la dejé en el hall me pidió por favor que le trajera sus cosas y que no le dijera a CC donde estaba.

Por supuesto que le dije a CC donde estaba su novia, pero él no quiso saber nada. Me ayudó a llenar la maleta de la pija para que se la llevara al hotel. Luego acompañé a ésta al aeropuerto y se marchó a Madrid. Al cabo de un mes CC se fue a vivir a Ibiza, y unos meses después me enteré de que la pija madrileña se había casado con un antiguo novio heredero de una gran fortuna.

Cuando mi hijo tenía veintiún años salía con una uruguaya que no las tenía todas con ella. La que está ahora con él tiene problemas con el alcohol, y la brasileña tenía problemas con la cocaína. Ganaba mucho dinero cuidando casas de ricos, y todo lo que ganaba se lo gastaba en ropa de marca, restaurantes y cocaína. Y mi hijo, que es débil de cojones, la acompañaba. Fue un año terrible porque descubrí que mi hijo se metía coca. Y lo descubrí por un amigo de ella.
Las peleas de mi hijo con R eran continuas. Un día le tiró un cuchillo, otro día le tiró una piedra y le agujereó el cristal del coche, etc. Hasta que mi hijo decidió dejarla. R se volvió como loca y no podíamos quitárnosla de encima. Una noche nos pidió para quedarse en casa a dormir y le dijimos que sí. Sobre las ocho de la mañana nos despertó un fuerte ruido. Encontramos a R en el suelo del baño; se había tomado todos los fármacos que había encontrado.
A las nueve de la mañana ingresaba en urgencias. Mi mujer, acompañados por una amiga, estuvimos hasta las diez de la noche en el hospital esperando que saliera. Cuando le dije a mi hijo que R había salido de peligro, no quiso saber nada.
A las diez de la noche nos llevamos a R a casa. Al día siguiente nos dijo, por milésima vez, que dejaba definitivamente a nuestro hijo. Y que pasaría la Navidad en Uruguay con su familia. El mismo día de Nochebuena hizo la maleta, cogió un taxi (no quiso que la acompañáramos) y se fue al aeropuerto.
Mi mujer, mi hijo, mi suegro y yo respiramos tranquilos, nos habíamos librado de R. Pero a las once nos llamó por teléfono para decirnos que el avión tenía retraso. Menos nuestro hijo, todos nos apiadamos de ella. A las doce y media volvió a llamar. A la una y media llamó por tercera vez para decirnos que por fin ya subía al avión.
Pasaron las navidades y a finales de enero fuimos a una fiesta y nos encontramos con una íntima amiga de R, que nos dijo que ésta había pasado las navidades con ella y que nunca se había ido a Uruguay.
Ahora la vemos de vez en cuando por la calle y sigue están preciosa. Parece que ha olvidado a nuestro hijo.


Esta tarde he visto con mi hijo Avatar de James Cameron. Mi hijo ya estuvo ayer viéndola con gafas, pero hoy la hemos visto normal. Aunque es la historia de siempre, la puesta en escena es soberbia. Ahora tengo que ir a verla en 3D.

3 comentarios:

*******Lacónica******* dijo...

hola


Paris?

me alegra mucho que te interese un poema mío (me han dejado algún palo en otros versos, así que me hace bien tu comentario, jajajaj)

tu texto me impresionó

tantas sustancias me recuerdan lo pacata que soy (con lo que me gusta a mí hacerme la guarra, pero qué va a hacer)

mi lectura de tu texto fue fluida y crecientemente angustiada

un poco de confusión con eso de CC y R y qué se yo, pero nada de aburrimiento o indiferencia


seguiré leyendo
en cuanto paladee un poco más este amargor y mareo como de ajenjo
una tarde de domingo

Arash dijo...

La acabo de ver normal, y me ha encantado. Pero quiero volverla a ver en 3D

:D

Luna dijo...

Gracias por tu opinión en mi post. Esta pelicula la tengo pendiente de ir a ver con mi hijo pequeño.

Un saludo