domingo, 22 de noviembre de 2009

Tenderness

Los pocos que siguen esta mierda de blog se acordarán que odio los domingos, pues bien, hoy ha sido uno de los peores domingos de mi vida. El peor sigue siendo uno de mi infancia, cuando yo debía de tener unos seis o siete años. Estábamos en la casa de mi abuela en El Amanecer, que en aquella época era campo, ahora es periferia y está lleno de casitas que valen un cojón. Pero en aquella época (repito) eran cuatro casas rodeadas de grandes extensiones de terreno, como el de mi abuela.
En los primeros veranos de mi vida pasaba algunas semanas de verano en aquella planta baja pintada de blanco, y mi compañera de juegos era mi prima MA, que tenía mi misma edad. No voy a contar aquí lo bien que me lo pasaba con ella. Si no me equivoco, en otro bloque hablo de la casa de El Amanecer, que teníamos como vecino a Giovanni. No lo sé.
Tengo que aclarar que esto que escribo le pego una repasada ortográfica y punto, no me preocupo si la sintaxis es perfecta. Me da igual como esté. Por otra parte, es un rollo tener que cambiar nombres y lugares para no ser descubierto, por eso, y debido a mi memoria selectiva (este blog no me interesa y cuando acabo de escribir algo, en cuanto lo cuelgo lo olvido) seré contradictorio en muchas ocasiones. Si queréis que os diga la verdad, no tengo ni idea de lo que escribí en los primeros bloques. Quizá no me creáis, pero es así. No llevo ningún tipo de control. Vuelvo a aquel terrible domingo de verano.
Debían ser las cuatro o las cinco y caía un sol terrible, como en las películas del Oeste. La casa tenía delante un inmenso campo que se perdía en el horizonte dibujado difusamente por los perfiles de los edificios de la ciudad lejana. ¡Joder, como me ha salido la frase! Podría dar el pego como escritor. Bueno, a lo que iba, porque la historia no es para bromear, al menos yo nunca olvidaré la dramática escena con mi tía gritando como una loca, mi tío dando vueltas sin saber que hacer. Y yo, pequeño e ignorante, mirando boquiabierto la escena.
Una hora antes mi prima M se había ido con la bicicleta con su hermana, MA, mi compañera de juegos estivales, y una moto con un carrito enganchado, conducida por un hijo de la gran puta (que espero que la vida le haya ido de mierda) borracho, adelantó de mala manera a la bicicleta e hizo que mi prima M perdiera el equilibrio, y, en consecuencia MA cayera con tan mala suerte que se diera con la cabeza en la esquina del carrito. Murió en el acto.
Al tipo le pusieron una pequeña multa y punto. Desapareció del mapa y ni se acercó a pedir llorando perdón a mis tíos. Así era la justicia con algunos en los años 60, cuando Paquito (Franco) estaba en el poder. Mi prima sólo tuvo tiempo de hacer la Primera Comunión. Mi tío tardó más de un año en dirigirle la palabra a mi prima M. Le daba la culpa por habérsela llevado a dar una vuelta en la bicicleta.

Nunca olvidaré aquel domingo, pero el de hoy ha sido terrible. Las mismas primas que perdieron a su hermana en el accidente, se han llevado a mi madre a pasar el domingo en una de las muchas casas que tienen repartidas por la isla. He tenido que obligar a mi madre para que fuera. Ha llorado, pataleado, pero al final se ha arreglado y ha consentido en ir.
Con siete euros en el bolsillo y con México haciendo de las suyas (este es el perro más tonto o más cachondo que he conocido en mi vida), he llamado a mi mujer esperando que me dijera que comíamos juntos. Me ha dicho que me acercara a su casa, y eso es lo que he hecho. Allí me he sobrepasado intentando hacer el amor con ella y me ha echado. Creo que llevo tres semanas sin hacer el amor (follar). Ni siquiera me masturbo porque no me apetece. Estoy jodido, si la cosa sigue así un día iré a mear y no me la encontraré. No puedo dar crédito a lo que me está pasando.
No he comido nada y me he chupado El frío modifica la trayectoria de los peces de Pierre Szalowski. El regalo de mi hijo en el día de mi cumpleaños (un día de este puto mes), 57 tacos desperdiciados. Una novela corta sobre la felicidad y el optimismo, lo que yo necesito. Este tipo de lectura no me gusta demasiado, pero no está mal que haya escritores que hablen de la esperanza del ser humano. Recomiendo el libro. Por cierto, mi pobre madre me regaló diez euros con lágrimas en los ojos. No tengo más dinero, lo siento, me dijo, y a mí se me encogió el corazón.
Ahora me he acordado de una cosa que decía mi padre cuando quería ofenderme, que era muy a menudo. En cualquier discusión de las muchas que teníamos, siempre hacía referencia a la edad que tenía en aqul momento y decía, por ejemplo: 25 buenos cerdos hubiéramos criado con el dinero que hemos tirado contigo. Así de divertido era mi padre.
A las cuatro me he ido al cine solo, como en mi juventud. Digo esto porque he estado aproximadamente veinticinco años yendo al cine con mi querido hijo, que sigue con la pija falsa y borracha. El amor que tiene mi hijo hacia el cine es por mí.
He visto Tendermess, el último trabajo de Russell Crowe dirigido por John Polson. Interesante thriller de pasiones profundas en un guión bien trabajado. La película es de cine independiente y poco comercial porque hay que darle al coco, y como las grandes manadas de becerros (personas) prefieren cosas como Grease, lo tiene mal en taquilla. A las seis ya estaba de nuevo en mi despacho que da a las galerías del edificio. Allí, con el fondo de la radio, que me hace sentir un poquito menos solo, me he puesto a seguir escribiendo la gran novela que me sacará de la miseria.
A las nueve he bajado a cenar algo con mi madre y he visto las noticias en Tele 5. Ahora estoy frente al ordenador terminando esta mierda para colgarla en el blog. Acaba de empezar en la tele El truco final, que ya he visto pero que voy a volver a ver. Me gusta el trío de actores: Michael Cain, Christian Bale y Hugh Jackman, dirigidos por Christopher Nolan.

5 comentarios:

Unknown dijo...

si te gusta Michael Cain, mira "Sleuth". Y bueno, comparto tu odio por los domingos,

Raxa Amengual dijo...

YO CON TU BLOG FLIPO
ES UNO DE LOS MEJORES QUE HE LEIDO

Sabrina Moore, Penélope Arquette y Sugar Kane II dijo...

Hola! Encontré tu blog por casualidad. He leído varios de tus post tu acidez me ha divertido mucho, estaré pendiente de tus próximos escritos a ver que tal. Si te da chance puedes visitarme a veces también suelo ser ácida e irónica en algunso textos pero bueno http://www.cronicasdeunamujersolterisimaenccs.blogspot.com

Adrianos dijo...

estoy seguro que esa novela te sacará de la misería... sigue escribiendo :-) ... ah y aqui también que aunque no te sacamos de misería espero que te alegra de cierta manera tenernos por aqui...

Cesc Sales dijo...

Que manera más curiosa de cruzar realidad con cineficción!