domingo, 23 de agosto de 2009

ANTICHRISTO

El viernes nuestro hijo nos invitó a cenar en un restaurante italiano a mi mujer y a mí con motivo de su cumpleaños. La primera media hora de la cena fue bien, pero cuando mi mujer empezó a hablar de su trabajo, se ha armado.
Hace tres años que mi mujer y yo estamos separados y cada uno hace su vida, aunque los fines de semana nos solemos ver porque prácticamente todos nuestros amigos son los mismos. Veintisiete años son muchos años.
A ella le van muy bien las cosas. Es una de las secretarias de un personaje importante de la política mallorquina y, además, vive en una casa que le dejaron sus padres de herencia, además de unos cuantos millones de pesetas en el banco. No se puede quejar. Pero con todo y eso, su conversación preferida es su trabajo y criticar mi forma de ser y lo mal que me lo he montado en mi vida. Por eso, a los diez minutos de conversación empiezan las interminables peleas.
Le encanta hacerse la víctima y hacerme sentirme mal contándome que cada día se levanta a las siete de la mañana y no para hasta las tres de la tarde. Todas mis amigas tienen maridos que las llevan en bandeja de plata, no se cansa de repetirme. Entonces es cuando yo le digo que si tuviera todo el dinero que me he gastado sólo en restaurantes con ella, viviría en un chalé con piscina.
La cena fue horrible, nuestro hijo juró y perjuró que era la última vez que nos invitaba a comer. Menos mal que el dueño y los camareros del restaurante nos conocen, porque de lo contrario nos hubieran llamado la atención. Ha sido bochornoso, aunque ya estoy acostumbrado. Porque tengo que reconocer que mi mujer es una pija, pero cuando quiere es la más ordinaria.

He llegado a las dos a mi casa y he subido a Méjico al terrado, he enchufado la manguera al grifo del ático que mi hijo utiliza para follar a sus amigas, y lo he regado para que se vaya un poco el calor de las baldosas. Luego me he duchado y me he puesto a leer Rififí de Augustc le Breton, que ya lo estoy terminando.
Es un interesante libro que he recuperado de mi biblioteca. Lo que me gusta más de este autor francés es el sentido patético de la vida del hampa, donde reina una especie de libertad salvaje y un cierto sentido del honor. Hasta el asesino más asesino tiene debilidad por un pajarito o un niño que llora. Si no lo habéis leído, os lo recomiendo, aunque es difícil que lo encontréis.

He pasado un sábado y un domingo que no se lo deseo a nadie. No he hecho nada interesante. El sábado, como siempre, me despertó Méjico para que lo subiera al terrado. No sé para qué coño me hace subirlo al terrado si no caga ni mea. A las nueve y media ya estaba oyendo las lamentaciones mañaneras de mi santa madre. Luego he subido de nuevo a mi casa y en la puerta me he encontrado a mi hijo intentando meter la llave en la cerradura. Le he dicho con muy mala leche que se fuera a dormir la borrachera al ático. Mirándome sin mirarme, se ha agarrado a la barandilla y ha subido al ático, que está justo encima de nuestro piso. Lamentable.
Mientras que subía las escaleras le he dicho de todo menos guapo, pero él no me ha hecho ni puto caso y ha zanjado mi monólogo con un sonoro portazo. Mi hijo, junto a la separación, es la causa más importante de que yo tenga depresión. Tiene veintiséis años y todos los boletos para ser un alcohólico importante.
Por la tarde he hecho las paces con mi hijo, como siempre, y me ha convencido para que le pidiera a mi madre trece euros para ir a ver la última de Lars Von Trien . Ha sido una experiencia que no se la recomiendo a nadie. Yo, como soy objetivo, reconozco que Von Trien es muy bueno como director, pero como guionista deja bastante que desear. Anticristo es una paja mental del director danés que mejor hubiera utilizado el dinero que ha costado la película dándoselo a los pobres.

Hoy, domingo, mi mujer me ha llamado por la mañana en son de paz y me ha sugerido ir a ver a nuestro amigo Pere, que hace quince días le operaron a corazón abierto. Pere tiene setenta y pico de años y es millonario. Es un mallorquín, como muchos otros de su generación, que se hizo millonario con los hoteles. Es inculto y listo, y en la frente tiene un coño. Según él, si no tiene ganas de follar cuando se despierta, es que no está bien de salud. La verdad es que no ha sabido envejecer bien y se cree que tiene veinte años.
Como con sus hijos no se lleva correctamente, aunque ya ha repartido la suculenta herencia, ha contratado a una ex novia, más fea que Pífio (esto siempre lo decía mi padre, aunque yo nunca me ha dado por averiguar quién era ese Pífio) para que le cuide.
El martes viene su hija de Londres, donde vive con su marido y sus hijas; los cuatro más negros que el carbón. Ella es de piel blanca como la leche y atractiva. Pere tuvo a esta hija mientras estaba casado con una mallorquina que le dio dos hijos y que luego se separó.
Digo esto porque la mayoría de los mallorquines son racistas, y el que su hijita del alma se casara con un negro de verdad, le rompió todos los esquemas. Y después de mucho tiempo se planteó el olvidarse de su hija o aceptarla con el negro y sus tres hijas. Se decidió por lo último. Y ahora, como el negro no es una lumbrera, aunque se cree que todos los blancos son tontos, Pere los mantiene a los cinco.
Últimamente, su hija (imagino que por aburrimiento) se ha metido de lleno en la religión y ya cree en los milagros y ha tenido varias experiencias celestiales, mientras que su marido se sigue pegando la gran vida con el dinero que manda papá a la niña. Hay tipos que tiene suerte.

La paella que ha hecho la ex novia y ahora empleada de Pere ha sido mediocre y sólo la he probado para no dar la nota. Antes de comer me he llenado de sobrasada y queso mahones acompañado de un buen Rioja. Porque lo que tiene bueno Pere, es que todo lo que hay en la nevera, en la cocina y en la bodega, es de todos sus invitados. Y no le importa el número de estos: a él le sobra el dinero y siempre paga, vaya donde vaya. Quizá sea una forma de comprar amigos.
La afición de Pere, la que le entretiene desde hace más de treinta años, son los caballos de pura raza. Los compra en Andalucía por unos cuantos millones, los cruza en Mallorca, y cuando se cansa, los vende por dos duros y vuelta a empezar. También tiene unos diez ponys. Así es Pere, un buen hombre que se cree en posesión de la verdad, añora a Franco y no le gusta lo que ve ahora, pero con todo y eso, es un buen amigo.

El domingo es el día más asqueroso de la semana. Lo odio con toda mi alma. Cuando termino de escribir esto estoy delante de un ventilador que no deja de moverse. Yo sudo sin tregua, y en cuanto suba este escrito al blog, me voy a meter a la ducha y supongo que me pondré a leer hasta las dos o las tres. Una mierda. .

15 comentarios:

Nikita dijo...

Ja ja ja! es genial haber descubierto tu blog.
Lo que da de si un día en tu piel.
Familia, amigos, madre, lecturas... me ha encantado.
Volveré, oh si!!!
Un beso

Paris Quelart Budó dijo...

Por cierto, me encantó la película Nikita.

luscus dijo...

Me gusta el blog, ya te he enlazado en el mío: http://palabrascansadas.blogspot.com
Un saludo

Anónimo dijo...

Vaya tres estrenos...
Esto pasa al principio. Dentro de unos meses de blog tu mujer será encantadora y tu hijo... Bueno, tu hijo no sé.

Con todos los respetos.

Un saludo.

Susodicha dijo...

...la verdad que esta de fabula de poder expresar todo aquello que a veces tendemos a callar.

Muy ameno el paseo por tu dia...

Un beso and saludete.

Paris Quelart Budó dijo...

Hola, Ignea (si te llamas Ignea).
Yo odio a la gente que va por la vida dando consejos, pero sí te podría decir que no se puede ir por la vida de sincero.
¿Crees que no me gustaría decirle al director del periódico donde colaboro que es un gilipollas? No me faltan ganas, pero no lo haré. Es lo único que tengo.
La vida a nivel laboral nunca me ha ido muy bien porque precisamente he dicho (casi siempre) lo que pensaba.
Ahora, tú has leído cosas de mi vida, pero piensa que tengo casi cincuenta y siete años y estoy de vuelta, sin un puto duro, con depresión y desencantado. Es fácil escribir así, Ignea.
Y si a eso le añades que me escondo detrás de un blog anónimo y que los nombres que escribo no son los reales, resulta que no soy tan sincero ni valiente. O sea, que lo que escribo es una mierda, puedes estar segura.
Pero siempre es gratificante que a alguien le guste lo que haces.
A mí también me gusta lo que tú haces, estamos en paz.

Edito-e dijo...

Querido Paris,
ciertamente un domingo de mierda. Yo estuve trabajando y después aproveché para escribir un rato. Sorprendentemente pude limar algunos capítulos que estando paralíticos, se quedaron con cojera. Asi que no fue mal...
Después me metí en la cama, y cada diez minutos y fruto de la marihuana que fumo, me aparecía una nueva idea para la novela. Fue un terror, un dolor, porque estaba en pelotas intentando luchar contra el calor y no pude evitar levantarme de la cama a por el cuaderno y un jodido boli. Resulta que el boli no pintaba...asi que arañé en las hojas lo que pude. Varias veces, la última alumbrada con la luz del teléfono porque ya no podía molestar más a mis compañeros de casa.

Suelo ir por la vida de sincera, y también me ha costado algún palo. Aunque a diferencia de ti, sí creo haber llamado a mi jefe gilipollas alguna vez -me echó y luego me recontrató- cosas que pasan...
¿colaboras en un periódico? yo trabajo en prensa, ¿dónde puedo leerte?

¿Sabes qué? que yo no tengo 57, tengo treinta años menos, también estoy sin un puto duro, desencantada bla bla...
Me jodería no saber dónde está mi hijo, desde luego. Creo que lo ataría a la silla...maldito cabronazo!

En fin, no es que me guste como escribes. Es que me gusta el tono... lógicamente no llega a ser un chinaski cualquiera, para eso el borracho deberías ser tú, pero no deja de ser entre entrañable y un poco vil.

En fin, gracias por pasar por mi blog. Me ha gustado conocer tu historia, siempre he dicho que me gusta rodearme de gente desgraciada...así mi vida parece mejor :P

Cuídate, eh? y dale un bofetón a tu hijo.

Paris Quelart Budó dijo...

Así me gusta, Elisa, que seas sincera... o al menos lo intentes.
Me ha gustado eso de que no te gusta como escribo.
A estas altura ya no me importa escribir bien: escribo como me sale y de un tirón.
Lo que hay en este blog ni siquiera lo corrijo. Quiero decir que no me importa como quede.
Si tuviera que leerlo el mejor editor del mundo, no te preocupes, Elisa, que me esforzaría.
Gracias por escribirme.
seguiré tu blog con entusiasmo, aunque no te prometo comentarte.
Esto no está ni corregido.
Suerte.

Paris Quelart Budó dijo...

Se me olvidaba, Elisa.
Yo hasta hace muy poco creía que los demás eran unos desgraciados, y eso me hacía sentir mejor.
Evidentemente estaba equivocado.
Te lo digo por si te sirve de algo.
Nos vemos.

Yopopolin dijo...

bueno, que decir, duras y sinceras palabras de uno mismo hacia si mismo... espero que te sirvan como terapia... :)
lo malo es que solo escribiendolo, no se va a solucionar nada... He quedado muy sorprendido por el tono de tu blog, es el primero que encuentro "asi", pero me ha atraido la forma en que tienes de "reirte" de ti mismo.

un saludo!!

P.D: tengo que ir a ver la ultima de mi amigo Lars...

Anónimo dijo...

Lo peor de los blogs es que mostramos tanto el deseo de que nos escuchen. Y hacer share de penas.

Paris Quelart Budó dijo...

Mi querido, Neuroscopetrix.
Yo no pretendo dar pena a nadie porque ya he suoerado esa etapa.
Ahora bien, si dar pena me reporta mucho dinero, quiero dar mucha pena.
A mí me toca los cojones que los que leen este puto blog les de pena. Yo escribo estas mierdas de mi vida porque me lo aconsejó mi médico. Es la última opción para no medicarme en cuanto a mi depresión.
Yo escribo, a ti te divierte, pues de puta madre.Lo demás no importa.
De todas formas mi primer escrito dice bien claro que el mundo de los blogs es para frustrados, ineptos y perdedores, en los que yo me incluyí.
bueno, perdedor no, fracasado por gilipollas.

Anónimo dijo...

Enganchas como una novela

Paris Quelart Budó dijo...

Me encanta que seas tan lúcida, Lúcida. Deberías llamar a alguna editorial y decirles que engancho, a ver si salimos de la ruina.
Que te vaya bonito, como dicen los mejicanos.

Thiago dijo...

Sigo por aquí, leyendo tu blog.... jajaj aunque ahora es cuando debería decir eso de "todos son una mierda de fracasados y frikis y tal..? no? bueno, hay de todo. Yo he encontrado blogs que valen la pena, aunque para eso hay que leer mucha mierda. Nada nuevo, igual que en el cine o en la literatura. Para ver o leer algo bueno, hay que tragar mucha mierda.

Pero tu blog tiene algo que lo hace distinto y que, para mí, eleva a algunos por encima de la media: es sincero y no tiene pretensiones de intelectual, jajaja

En fin, cari, espero que mejoren las circunstancias actuales. En cualquier caso, siempre puede conformarte con el hecho indudable de que has vivido más y mejor que la mayoría de los mortales.

Bezos.